martes, 15 de noviembre de 2011

HOMBRES POR LA IGUALDAD

Organizaciones de hombres abrazan la causa por la igualdad 
y se hacen oír en el ministerio:
Los hombres que sí amaban a las mujeres



MARICEL CHAVARRÍA - Barcelona
No pretenden una lucha al margen de la de las mujeres y están cansados de que se les confunda con los grupos de padres separados que reivindican derechos frente al otro sexo. "Pero, ¿tú de que lado estás? - les reprochan estos-,"¿de qué vais con eso del cambio?". Le deben al feminismo su afán por perseguir la igualdad y actuar contra la discriminación y la violencia. Rechazan la guerra de sexos y crean espacios masculinos de reflexión para arrojar luz sobre la ceguera del patriarcado. ¿Les hace eso menos hombres?
"En absoluto", responde Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. "Esas personas trabajan por un espacio de convivencia en el que el referente de desarrollo esté sobre lo común y lo que se comparte, y no sobre estructuras rígidas repartidas. No queremos que se fabriquen moldes de muñecos y muñecas. Hay que crecer compartiendo las mismas referencias".
Sociólogos, psicólogos, antropólogos... hombres preocupados por el corsé de la masculinidad tradicional y que han revolucionado el panorama asociativo en España, fueron citados antes de cambiar el año por la titular de Igualdad, Bibiana Aído, y el propio Lorente. La Vanguardia da a conocer a algunos de ellos y el contenido de su carta a los reyes del ministerio de igualdad.

ANDRÉS MONTERO
"Debe interiorizarse la igualdad como una necesidad democrática"
Psicólogo, 40 años. Dirige el Instituto de Psicología de la Violencia. Su compromiso con la igualdad comenzó al investigarla. Aprendió dos cosas: que está en la mente y que es un instrumento para imponerse y someter al otro. "La desigualdad está en la base de la violencia y, por tanto, la igualdad es su remedio de partida. Pero ahí están las resistencias de un modelo social que discrimina a mujeres a favor de hombres. ¿La más clara? Esa trampa de la masculinidad que consiste en afirmar que la igualdad ya existe y que lo único que deben hacer ellas es practicarla (eso sí, sin alterar los códigos dominantes). Si quieren ser iguales que lo sean, pero a los hombres. Inventarse fenómenos psicojurídicos como el Síndrome de Alienación Parental o extender mitos como las denuncias falsas son otras resistencias". Al ministerio le pide más creatividad al comunicar. "Sólo cuando la mayoría social interiorice la igualdad como necesidad democrática iniciaremos el cambio".

ERICK PESCADOR
"Hay que actuar con chicos y chicas: ellas aún participan de roles machistas"
Sociólogo. 38 años. Preside la Asociación para la Creación de Vínculos de Equidad (ACVE), que gestiona el proyecto Ulises para la prevención de la violencia. Desde los 18 años asiste a cursos sobre feminismo y estudia la perspectiva de género. Su objetivo: alumnados, profesorados, madres y padres, agentes sociales y cuerpos de policía. Le pide al Ministerio que actúe en el ámbito educativo. "Debe lanzar campañas donde los hombres aparezcan no sólo como modelo tradicional o que ha usado en algún momento la violencia, sino alternativo". Pescador insta a abordar las masculinidades en ambos sexos. "Sorprende cómo las chicas participan de los roles machistas - alega-,normalizan comportamientos que las oprimen, como ese deseo de ponerse tetas . Te dicen que lo hacen por ellas mismas, pero se trata de la importancia que le dan al hombre y al modelo tradicional de deseo, en el que lo importante a la hora de elegir pareja es que tenga un buen par de tetas más que otro tipo de valores". Separarse, ser padre, jubilarse... los cambios empujan a algunos hombres a la reflexión. "No se dan cuenta de cómo la falta de escucha emocional les distancia de la realidad".

HILARIO SÁEZ
"No es responsabilidad de las mujeres cambiar hacia la igualdad"
Sociólogo. 48 años. Cofundador del Foro de Hombres por la Igualdad. Desde el taller Mi señora plantea la vergüenza de la violencia de género. "Las mujeres estaban hartas de ir a talleres. ´Eso está muy bien pero, ¿por qué no se lo cuenta a mi marido?´, te decían. Es cierto, no es responsabilidad de las mujeres cambiar hacia la igualdad", asegura. Sáez confía en que el ministerio haya entendido que "hablamos de un programa nacional de hombres por la igualdad que refuerce apuestas locales y autonómicas". "Es crucial - añade-que los hombres hablemos contra la violencia machista y que el mejor argumento contra ella sea la igualdad. Y eso implica que nos planteemos el reto de la igualdad. Si para ellas ha sido la incorporación al mercado laboral, para nosotros es asumir la corresponsabilidad en los cuidados, y no precisamente como un problema de poder en términos de custodia compartida. Es verdad que la separación es un problema para muchos hombres porque el mercado de la vivienda no te permite mantener dos, y es paradójico que no haya ayudas para acceso a la vivienda de padres separados. Pero también están los accidentes de tráfico y laborales (90% de hombres). La violencia no es sólo un problema de maltratadores, es una manifestación masculina, un problema de ellos que sufren ellas. No gastaríamos tanto en salud - dice-si los hombres aprendiéramos a cuidarnos, y eso se aprende cuidando. O si los chavales vieran que la publicidad machista de motos potentes pone en peligro su vida".

HEINRICH GELDSCHLÄGER
"El género debería formar parte del currículum educativo"
Psicólogo. 39 años. Trabaja en la Fundació Institut de Reinserció Social (IRES) en Barcelona. Llegó de Alemania hace 13 años, para un posgrado en psicoterapia. "Si no tienes la suerte de tropezar con un profesor que toca el tema de la igualdad, la masculinidad o el género, no es un tema que se aborde en la Universidad", afirma. Lo suyo sería, considera, que el género formara parte del currículum educativo, desde el parvulario hasta el rectorado. "Yo me introduje a la vez en el ámbito personal y profesional: mi pareja me hacía ver los privilegios masculinos y me los cuestionaba, mientras en el trabajo abordaba la violencia y, por tanto, la desigualdad en las relaciones y el modo en que se construyen individual y socialmente la masculinidad y la feminidad". IRES gestiona dos servicios dirigidos a hombres que ejercen la violencia: el voluntario, del Ayuntamiento, y los programas formativos de Justícia, con los que se sustituyen condenas de menos de dos años, pero cuya duración es exigua.
Trabajador social. 45 años. Presidente de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (Ahige). "Queríamos romper con el inmovilismo masculino y hablar de cómo nos relacionamos con las mujeres y la familia. Nos deconstruimos como machistas y nos reconstruimos como personas", comenta. Su organización recibe alabanzas pero también críticas, amenazas... "Desde los que nos llaman traidores, vendidos al feminismo, hasta los que nos llaman maricones. Que la adiministración nos abandone permite que surjan movimientos de hombres que se disfrazan de igualitarios y nos ven como enemigos. Pero con su odio y rencor no se construye la igualdad. La custodia compartida es maravillosa, pero no como arma contra las mujeres. Abogamos por una paternidad responsable y completa, y eso, al final, se llama custodia compartida.
Antropólogo y trabajador social. 36 años. Fundó la web Heterodoxia de hombres pro feministas. Prefiere el término discriminación heterosexista a patriarcadoyconfiesa adeudarlo todo al feminismo. "Habría sido muy difícil tomar conciencia y comprender nuestras experiencias sin él". Reacio aún a las organizaciones mixtas - "los hombres hemos de trabajar entre nosotros para que un cambio repercuta a nivel general"-considera que los cambios pasan por que los hombres puedan sentirse bien como hombres sin necesidad de tener el poder y control económico. "Estar en el paro y dependiendo de una mujer se vive todavía como un cuestionamiento de la masculinidad". La crisis de la construcción en Almería y el mayor paro masculino llevará a más adicciones y violencia de género como no se trabaje en los hombres la gestión emocional del fracaso, vaticina.
"Se ha tardado mucho en consultar a las asociaciones de hombres. ¿A qué esperaba el Gobierno para usarnos? Hoy los hombres están en fase reactiva, diciendo que las mujeres se han pasado. No han entendido que el feminismo está por la igualdad y busca potenciarnos. No dejan de verse como víctimas y pretenden que ellos no están ideologizados. Dicen que son neutrales: ¡ni machismo ni feminismo, igualdad!, sueltan. Tenemos una serie de actitudes adquiridas por tener que demostrar que somos hombres, y no ven que igual nos va mejor sin esa necesidad de ser importantes e ir con los cojones por delante. Y eso es lo que quiere el feminismo".

CRONOLOGÍA DE UN MOVIMIENTO MINORITARIO PERO NADA ANECDÓTICO
El movimiento de hombres por la igualdad, entonces llamados profeministas, surge en los países nórdicos, en los 70, por su proximidad con el movimiento feminista. En España, los primeros grupos de hombres - así se han organizado tradicionalmente-se forman en 1985, en Valencia y Sevilla, aunque es en la última década cuando cobran relevancia.
1996: Grupos de hombres. Comienza a funcionar el grupo de hombres de Sevilla, decano del grupo de hombres en España.
1997: El caso Orantes. El asesinato de Ana Orantes, calcinada por su ex marido en Granada, lleva a los grupos de hombres a lanzar su primer manifiesto: El silencio nos hace cómplices. Asumen la campaña del lazo blanco contra la violencia machista que se daba en Canadá.
2001: Ahige y Heterodoxia. Jerez celebra sus primeras Jornadas estatales sobre la condición masculina, que coinciden con un congreso internacional sobre retóricas de la masculinidad en la Universidad de Servilla y las jornadas de Emakunde en el País Vasco. Surge en Málaga el embrión de Ahige (Asociación de hombres por la igualdad de género) a partir de la que se multiplica el movimiento de hombres. Se crea la web Heterodoxia, que hoy recibe 6.500 visitas y tiene la lista de correos más activa: Hombres abolicionistas, Sopa de hombres, Prometeo...
2004: La ONU se pronuncia. Insta a los gobiernos a elaborar políticas de igualdad dirigidas a los hombres. Comienzan a surgir intervenciones a nivel internacional.
2006. La iniciativa de la UE. Europa se suma a la reclamación de la ONU e insta a crear alianzas en positivo: que los hombres lo reciban como algo bueno para ellos. Pide, además, que se creen recursos específicos para hombres (sin quitárselos a las mujeres) y haya acciones dirigidas a ellos y afines a las políticas para mujeres. Desde Sevilla se abre el Foro de Hombres por la Igualdad, que se constituirá a nivel nacional.
José Saramago urge a una manifestación masculina contra la violencia de género pero la considera una utopía. Con su apoyo, el Foro la organiza: se inicia la repercusión mediática.
2008: Llamada del ministerio. La ministra de Igualdad demuestra que se toma en serio la incorporación de los hombres a sus políticas al citar el 15 de diciembre a una delegación de los bregados en la causa. Su antecesora, la secretaria de Igualdad Soledad Murillo, ya se había reunido con ellos.
¿Por qué sorprende que algunos hombres luchen contra la desigualdad?

DOLORS COMAS D´ARGEMIR
Catedrática de antropología de la URV y consejera del CAC 

Lo que se dirime es la redistribución de poder. Poner fin a la discriminación de las mujeres supone que éstas accedan a ámbitos de poder mayoritariamente ocupados por los hombres. Y quien tiene el poder no lo cede fácilmente. Mejor dicho, no lo cede, excepto como fruto de la presión social y de que gane la batalla de las ideas. Cuesta mucho que las mujeres accedan a cargos políticos, a puestos relevantes en las empresas, a actividades que impliquen prestigio social o remuneraciones importantes. Que las mujeres ganen estos puestos implica que haya hombres que no los tengan, y esto es mucho más complicado de asumir que el discurso políticamente correcto de la igualdad. Un ejemplo: para conseguir la paridad en sus órganos ejecutivos, algunos partidos políticos han ampliado el número de sus componentes, de forma que la entrada de mujeres no implica la salida de hombres. Pero en los cargos electorales esta estrategia no sirve, y entonces son los hombres quienes sacan ventaja. En las elecciones del 2007 sólo un 14,6% de las alcaldías fueron ocupadas por mujeres, a pesar de que la ley de la igualdad era ya vigente y que las candidaturas debían ser paritarias.
Pero no todo se limita a la cuestión del poder, porque hemos de plantearnos en qué premisas se inscribe este poder y si vale la pena mantenerlo intocable. Al fin y al cabo no vivimos en el mejor de los mundos, como muestra la actual crisis del capitalismo y la dramática ausencia de modelos alternativos que nos den esperanzas en un futuro mejor. Alcanzar la justicia social supone replantear las bases de funcionamiento de la economía, de la actuación política y del poder, e incluye también, claro, modificar la asimétrica relación entre hombres y mujeres.
Pero si de la utopía, necesaria, descendemos a nuestro ámbito cotidiano, a hoy mismo, comprobamos que seguramente aparece como más obvio lo que los hombres pierden con el cambio que aquello que ganan, y de ahí que nos resulte sorprendente e, incluso, meritorio, el que los hombres asuman como propio el compromiso de la igualdad. Pero me niego a hacer el ejercicio de acumular en la otra balanza las ventajas que los hombres han de ver en una sociedad más igualitaria, porque cuando se trata de derechos sociales no hay contabilidad posible, sino acciones y convicciones para hacerla realidad. Sí es imprescindible, en cambio, ampliar las alianzas, sumar y multiplicar las personas dispuestas a trabajar a favor de una sociedad en que hombres y mujeres podamos contribuir con nuestras mejores cualidades a hacerla mejor. Bienvenidos, pues, todos los esfuerzos.

DOS EJEMPLOS DEL MOVIMIENTO DE HOMBRES EN FAVOR DE LA IGUALDAD:

1) Clint Eastwood se supera: El director denuncia en ´El intercambio´ cómo las mujeres no podían emitir opinión en el siglo XX. El quid de ´El intercambio´es que la medicina servía para encerrar en un manicomio a las que osaran subvertir el orden social.

2) El éxito de Stieg Larsson...... y Lisbeth Salander. La novela negra Los hombres que no amaban a las mujeres, del sueco Stieg Larsson, es el primer superventas en clave feminista. Moomi Rapace interpreta a Salander, la heroína de Larsson, en el cine

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