La agrupación permitirá a los gays ser miembros de pleno derecho, aunque seguirá rechazando a los adultos
La política entrará en vigor el 1 de julio de 2014 y afecta a todas sus tropas.
Los Boy Scouts de América (BSA) han decidido este jueves dar un paso histórico y cambiar su política antigay. La organización a partir de ahora permitirá a los jóvenes scouts homosexuales ser miembros de derecho en sus tropas, aunque sigue rechazando a los adultos. El resultado, de 60% de los votos a favor y el 40% en contra, se ha conocido tras una votación secreta en la que han participado 1.400 miembros.
La política entrará en vigor el 1 de julio de 2014 y afecta a sus 116.000 tropas.
"Durante 103 años los BSA han sido parte importante de esta nación, con el enfoque de trabajar juntos para ofrecer el programa juvenil más importante del país que desarrolla un liderazgo basado en valores", ha explicado la organización en un comunicado. "Hoy después de la revisión más larga de nuestra historia se ha aprobado eliminar la prohibición basada en la orientación sexual de pertenecer a los BSA", ha anunciado. "La resolución refuerza la idea de que el Movimiento Scout es un programa juvenil que no tiene en cuenta la conducta sexual, sea esta heterosexual u homosexual. El cambio sobre la política en cuanto a los líderes adultos no se ha considerado, por lo que esta se mantiene", explica el texto.
"Sabemos que habrá personas que tengan distintas opiniones acerca de esta nueva política, pero todos estamos de acuerdo en que los niños están y crecen mejor cuando pertenecen al Movimiento Scout", han concluido desde los BSA. Esta decisión llega en pleno debate interno. Una encuesta elaborada a principios de este año por los BSA mostraba que los miembros estaban muy divididos. Los expertos auguran un gran número de litigios a partir de ahora, según informa de The Washington Post.
La aprobación de admitir a los jóvenes gais en los BSA ocurre meses después de que esta organización reafirmara su posición "de prohibir la admisión de miembros y líderes homosexuales en sus tropas", una conclusión a la que se llegó tras una investigación de dos años, llevada a cabo por un comité de voluntarios. "Es la mejor política para la organización, es lo que debemos hacer", sentenció la agrupación en julio 2012.
La polémica sobre la exclusión de los gais en los BSA ha sido algo patente desde hace años, y ya muchas agencias municipales, organizaciones benéficas y empresas han decidido parar sus donaciones por esta razón. El suceso que más impacto tuvo en la sociedad estadounidense fue la expulsión de una líder lesbiana de los BSA en Ohio, Jennifer Tyrrell. El caso Tyrrell llevó a crear 120 peticiones en la página web change.org con el objetivo de que la discriminación homosexual acabara en la agrupación juvenil; campañas que llegaron a conseguir 1,8 millones de firmas en todo el mundo.
Tyrrell hoy sigue estando excluida de los BSA. “Es un gran primer paso. Estoy contenta porque definitivamente estamos en el buen camino. Una vez que se levanta la prohibición a los jóvenes, se denota que sus temores eran infundados. Y va a haber chicos que van a querer ser líderes adultos en un futuro. El cambio total es cuestión de tiempo”, ha dicho esta mujer de 33 años a la cadena ABC.
El debate en EE UU
En los últimos años, la aceptación de la homosexualidad en EE UU ha ido en aumento. A parte de que el propio presidente Barack Obama apoyara públicamente las uniones gais en mayo de 2012, la última encuesta de Gallup señala que el 53% de los estadounidenses apoya el matrimonio homosexual y 12 Estados de los 50 que conforman la nación lo han legalizado. Unos pasos hacia adelante que, incluso, han llevado la polémica al Tribunal Supremo. Los nueve jueces que lo conforman tomarán una decisión a este respecto el próximo mes de junio. Una situación que seguramente ha influido en la decisión de este jueves por parte de los BSA.
Esta tolerancia hacia los gais sigue chocando ideológicamente con el conservadurismo social de muchos líderes de los BSA, grupos religiosos y padres. Más de la mitad de las subvenciones que recibe esta agrupación juvenil procede de grupos religiosos. Aunque, tanto la Iglesia Mormona como la Iglesia Católica, mayores patrocinadores de los BSA, habían anunciado su apoyo a la medida de admitir a los jóvenes gais, lo que ellos definen “como cambio limitado”.
Algunas tropas, por su parte, ya están desafiando la política antigay de los BSA por su cuenta. Por ejemplo, la semana pasada el Consejo de Connecticut prometió no cumplir la política nacional, salga o no la propuesta adelante, y admitir a todos los homosexuales, tanto jóvenes como adultos.
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