miércoles, 29 de mayo de 2013

La violencia machista sobrevive en las parejas más jóvenes

escrito por Alba Tobella. 
Cada vez más adolescentes acuden a centros de atención para mujeres maltratadas
Las nuevas tecnologías emergen como arma de control                               
Los expertos urgen a prevenir con educación                                                
     
La violencia machista no es solo un problema de parejas casadas, como creen muchos adolescentes, que siguen perpetuando estos comportamientos con relaciones enfermizas. Tras años de avances en igualdad, los expertos alertan de que falla la educación y de que sigue dominando una visión romántica del amor en la que las chicas lo aguantan todo, seducidas por una figura dominante y protectora. Según los sociólogos, los adolescentes se saben la teoría y racionalmente rechazan la violencia, pero alertan de que el nivel de machismo es demasiado elevado para una generación que ha crecido en el siglo XXI.
Los centros de atención a malos tratos coinciden en que cada vez son más jóvenes las chicas que acuden a pedir ayuda. Las causas judiciales por este motivo aumentan entre los más jóvenes, según la Fiscalía de Menores. Aunque la mayoría de las víctimas adolescentes tienen entre 15 y 17 años, los puntos especializados llegan a recibir a niñas de 12 y 13. “En estas edades estamos luchando contra el amor, no contra el maltratador”, anuncia Natividad Hernández Claverie, psicóloga responsable de los grupos más jóvenes de la Comisión para la Investigación de Malos tratos a mujeres, una ONG que da apoyo a víctimas de violencia machista desde los años setenta. Hernández Claverie explica que en las terapias con las jóvenes se profundiza primero en sus sentimientos hacia estas situaciones; y luego en el qué significa el comportamiento machista. “Llaman confusas, tristes pero sin saber lo que les pasa”, apunta Diana Díaz, subdirectora de Teléfono de la Fundación Anar, que atiende por esta vía a menores en situación de riesgo y que detecta la violencia contra adolescentes como un problema emergente.
Soledad Cazorla, fiscal de sala delegada contra la Violencia de Género, se muestra “perpleja” ante el fenómeno: “Me produce sorpresa que roles que entendíamos que eran del pasado se puedan repetir en gente muy joven que suponíamos que había asumido su dignidad”. El 25% de las mujeres atendidas en el Centro Municipal para la Igualdad 8 de marzo de Fuenlabrada (Madrid) eran menores de 25 años, frente al 23% del año anterior. Hace tres años que las llamadas a Anar por violencia machista aumentan de forma sostenida: en 2012 registraron un 15% más que en el año anterior. En Andalucía se presentaron 78 denuncias por violencia de género contra menores de edad a lo largo de 2012; una cifra que, según el Instituto Andaluz de la Mujer, supera a las de periodos anteriores. Y cada año la media de edad es inferior al anterior.

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