La madre de una muerta por violencia de género comparte las deudas del asesino
La mujer aceptó la herencia de su hija sin saber que estaba llena de cargas
Escrito por Ginés Donaire
Jaén
22 ABR 2013
Juana Vacas, una mujer de 74 años, enterró hace dos a su hija
Purificación, muerta a manos de su exmarido, y aceptó su herencia sin
saber que lo que recibía eran deudas. Ahora se encuentra al borde del
desahucio de su humilde vivienda en Torredelcampo (Jaén) porque el banco
le reclama impagos por valor de 18.000 euros de un garaje que adquirió
la pareja antes de separarse. El asesino de su hija, que ayer se sentó
en el banquillo por el crimen de género, tendrá que pagar la otra mitad.
No es la única deuda que afrontaba esta mujer. Banesto también le
amenazó con una ejecución hipotecaria porque su hija y el agresor debían
la hipoteca de su casa. Se le reclamaba el 50% de la deuda de su hija
(en torno a 60.000 euros), toda vez que aún no se había rescindido el
régimen de gananciales de cuando estuvo casada. Con el apoyo de varias
asociaciones de mujeres y de la plataforma Stop Desahucios, ha ganado
esta batalla al banco, que renuncia a la ejecución hipotecaria contra
esta anciana.
Tras la muerte de su hija, que tenía una discapacidad psíquica del
46%, la anciana, viuda, que con anterioridad perdió a otros dos hijos,
acudió a la notaría para que gestionaran la declaración de bienes de su
hija, degollada por su exmarido. Y allí, según explicó, le aconsejaron
que lo mejor era que heredara a su hija, pero sin advertirle de las
deudas y cargas que tenía el matrimonio. Es decir, Juana se convirtió,
sin saberlo, en heredera de su hija a beneficio de inventario, como
marca la legislación cuando no se expresa otra voluntad. “No me
informaron adecuadamente, pues me instaron a declararme heredera sin
advertirme de las cargas. Yo desconocía cualquier deuda porque nunca les
había firmado nada”, subrayó la mujer, que acusa al notario de mala
praxis profesional.
Juana tiene aún otros frentes abiertos. Uno de ellos, un juicio en el
que se dirimirá la nulidad de la herencia, tras la demanda presentada
contra el notario que la asesoró. Desde la Asociación Themis de Mujeres
Juristas, su presidenta, Ángela Cerrillos, considera “patético” que el
notario no informara adecuadamente a Juana, por lo que apunta a una
posible negligencia profesional. Ahora bien, advierte de que la demanda
contra el notario no la exonera del cumplimiento de sus obligaciones con
los acreedores de su hija. “Sin duda, es un cúmulo de desgracias”,
apunta Cerrillos.
“Mi madre no puede hacer frente a esas deudas, solo tiene una pensión
de 600 euros mensuales y su única propiedad es su casa”, indicó
Encarnación Armenteros Vacas, hija de Juana.
Juana y su hija Encarnación declararon ayer como testigos en el
juicio por la muerte de Purificación, en 2011. La fiscal explicó que el
acusado, Fermín Jiménez Martos, acabó la vida de Purificación “con
violencia extrema y ensañamiento”. La golpeó con una banqueta y después
con un martillo, le cortó el cuello con un cuchillo y, finalmente, tras
comprobar que aún seguía con vida, la asfixió con un cable. La Fiscalía
pide para él 25 años de cárcel.
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