El lema "Hay algunas cosas que no pueden ocultarse", anima a denunciar maltrato a mujeres
Las activistas señalan que la mayoría de las saudíes desconocen sus derechos
Una mujer con un niqab y el ojo amoratado, imagen de la campaña.
“Hay algunas cosas que no pueden ocultarse”. Ni siquiera en Arabia
Saudí. Así lo asegura el eslogan elegido para la primera campaña que ese
reino ultraconservador ha lanzado para combatir la violencia machista.
La imagen elegida lo dice todo. El niqab, una prenda habitual
en la península Arábiga, cubre el rostro de la mujer, pero no logra
esconder el ojo a la virulé fruto del maltrato. Las activistas aseguran
que una de cada seis saudíes sufre a diario violencia verbal, física o
emocional, y lo que es más grave, la mayoría desconoce sus derechos. “El fenómeno de las mujeres maltratadas en Arabia Saudí es mayor de lo que se ve en la superficie”, asegura la web de la campaña.
Bajo el título No Más Abusos, la Fundación Rey Jaled anima a las
saudíes a denunciar la violencia doméstica. “Queremos alcanzar la
justicia para todas las mujeres y niños expuestos al abuso en cualquier
parte del Reino”, añade.
El objetivo de la campaña es informar a los saudíes de que la
violencia contra las mujeres está mal. Muchos musulmanes, respaldados
por algunos ulemas, defienden que las escrituras islámicas permiten
utilizar castigos físicos contra sus esposas y sus hijos como medida
correctiva. Esta interpretación está siendo crecientemente cuestionada
por otros musulmanes, especialmente mujeres. “Según una investigación llevada a cabo por el Programa Nacional de
Seguridad en la Familia, la mayoría de las mujeres desconocen sus
derechos y algunos hombres violan las enseñanzas religiosas y siguen
costumbres y tradiciones aberrantes”, ha escrito la columnista y activista por los derechos de la mujer, Samar Fatany.
Según el mismo estudio, una de cada seis saudíes sufre a diario
violencia verbal, física o emocional, y en el 90% de los casos, los
abusadores son maridos o padres.
El peculiar sistema saudí que mantiene a las mujeres de por vida bajo
la tutela legal de un hombre, sea el padre, el marido o un hermano,
hace casi imposible que se denuncien este tipo de abusos. El mayor
productor y exportador de petróleo ocupa el puesto 131, entre 135
países, en el último Informe sobre Disparidad de Género del Foro
Económico Mundial, publicado el año pasado. Según las activistas, la
violencia doméstica contra los niños, en especial las niñas, es también
endémica en el Reino del Desierto.
Al parecer, la innovadora decisión ahora puesta en marcha ha surgido a raíz de que la muerte de la pequeña Lama al Ghamdi conmocionara a la sociedad saudí.
La niña, de cinco años, murió a principios del año pasado tras haber
ingresado en el hospital con signos de haber sido violada, el cráneo
roto y numerosas quemaduras. Todo apunta a que el autor de su calvario
fue su propio padre, un conocido telepredicador, a quien solo la presión
de los activistas mantiene en la cárcel, ya que una provisión de la ley
islámica (Sharía) que impera en Arabia Saudí, estipula que un padre no
puede ser condenado por la muerte de un hijo porque su pérdida ya es
suficiente castigo. El caso está pendiente de la resolución del juez.
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