Desde Accem queremos expresar
nuestra preocupación por la situación de violencia que se está
viviendo en Malí y sus consecuencias para la población civil, así
como llamar al
Gobierno de España a que mantenga las medidas necesarias para
garantizar la seguridad e integridad de los ciudadanos originarios de
Malí que se encuentren en nuestro país.
La situación que atraviesa el país
africano ha provocado hasta el momento el desplazamiento de alrededor
de 380.000 personas, según estima Acnur, agencia de Naciones Unidas
para los refugiados.Al menos 229.000 personas se han visto
desplazadas dentro de las fronteras de Malí, mientras que 147.000
han buscado refugio en los países vecinos. Desde que estallara el
conflicto hace un año, la mayoría de los refugiados han buscado
protección en Mauritania (55.000 personas), Níger (53.000) y
Burkina Faso (39.000).
En los últimos días, el
inicio de los combates y la ofensiva aérea ha intensificado el éxodo
de personas refugiadas
que, según afirman fuentes de Acnur, escapan de la “reciente
intervención militar, la estricta aplicación de la sharia y la
falta de medios de subsistencia”.
Desde Accem, como organización
especializada en el trabajo con personas refugiadas y migrantes en
España, pedimos al Gobierno que paralice
cualquier posible expulsión a ciudadanos de origen maliense que
pudieran encontrarse en situación administrativa irregular en
nuestro país.
Es asimismo imprescindible que
la Oficina de Asilo y Refugio disponga los medios necesarios para dar
cobertura de forma ágil y eficaz a las solicitudes de asilo de
ciudadanos de Malí,
así como para garantizar el acceso a los mecanismos de protección
internacional de todos aquellos nacionales de Malí que así lo
estimen en cualquier punto del territorio del Estado.
Finalmente, pedimos que se
facilite el acceso a
la figura jurídica de la protección subsidiaria a aquellas personas
originarias de Malí que no reúnan los requisitos establecidos para
el reconocimiento del estatuto de refugiado,
pero cuyo retorno a Malí en las circunstancias sobrevenidas llevaría
aparejados graves riesgos para su vida e integridad.
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